A veces se va por la vida conquistando sonrisas, memorias, palabras y muchas huellas que quedan grabadas consiente o inconsientemente. Hay quienes subestiman las arduas labores, quienes no les dan importancia y en el peor de los casos, quienes creen que cualquier cosa que se haga, diga o piense no tiene sentido.
La mujer es una parte fundamental en la vida en sociedad, sin embargo en muchos países aún predomina el machismo físico, cultural y mental; es una parte involuntaria que se ha inculcado generación tras generación sin embargo, es necesaria una recapitulación a la igualdad de género, durante años la mujer ha salido adelante, hemos logrado posicionarnos en lugares fenomenales en todos los rubros existentes, política, finanzas, religión, tratados internacionales, comunicaciones, etc., pero lo más importante, es que hemos conservado nuestro lado sensible, humanitario, cariñoso y dador de vida.
Qué sería un mundo, en donde no exista una mujer que lave las ropas de los niños, que no hornee galletas o que no cure raspones de sus hijos, o un mundo en donde un hombre no tenga a quien enamorar, a quien llevarle flores o serenatas, o tal vez imaginemos un mundo donde no existan hijas, niñas, esas princesas de papá, la ternura hecha una hermosa mujer, inteligente, bella y libre.
Es momento de que las mujeres creamos en quienes somos y el rol que jugamos en el espacio de aquí y ahora, es momento de que un hombre vea a la mujer como un ser sublime y lleno de paz, pero sobre todo, es momento de que nos amamos y enseñemos a amar.
Ésta noche simplemente estaba un poco inspirada, sin sueño, con frío, con mi pluma y mi agenda enfrente, después la luz de mi computadora apareció y me decidí.
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